huesos (2020)
El hueso es un órgano, un órgano vivo. Contiene células y vasos sanguíneos que aportan oxígeno y nutrientes para validar esa vida. Es un órgano en un constante proceso de remodelación, cambiando de tamaño, de largo y de grosor, sobre todo en sus primeras etapas.
Como nosotros, es capaz de regenerarse después de sufrir una fractura, la “consolidación ósea”, la consolidación de sí mismo.
La idea de considerar al hueso como una estructura mineral inerte es errónea y está condicionada por el hecho de que después de la muerte la matriz intercelular mineralizada perdura, conservándose durante largo tiempo como si fuera la piedra que no es. Estos restos óseos no son verdaderos huesos aunque conserven la forma, pues han perdido los vasos sanguíneos, los nervios, la médula ósea, todas las células vivas y carecen de capacidad de crecimiento y regeneración
Si no hay vida, no hay hueso. Tan solo una matriz intercelular mineralizada.
Los huesos forman la parte fundamental de nuestra estructura, nos dan la base de nuestra forma, nos sostienen, nos resisten.
Dentro de este conjunto diverso cada uno de ellos tiene una función, una razón de ser, un para qué … y quizás un porqué.
El hueso es duro, pero no lo más duro de nosotros, esa es otra historia. El hueso más duro y resistente también es el más grande: el fémur. Puede medir en promedio algo menos de medio metro (entre 47 y 52 centímetros) y soportar más del doble de nuestro peso total. Mucho más.
El hueso más pequeño es el estribo, estribo o estapedio, con 2 milímetros y medio, a veces 3. Su vibración nos permite escuchar desde los más suaves a los más estridentes sonidos. Incluso estas palabras si se pronuncian.
El hueso, o lo que sea que no tiene vida, permanece allí. Nos Resiste y nos persiste.
Nos descubre.
Deja la huella de que comimos, como vivimos… como morimos.
Para que sea un hueso tiene que tener vida dicen los libros. Pero cuando encuentren la matriz intercelular mineralizada de mis restos óseos, esos restos míos.
¿Encontrarán mi resistencia?
¿Encontrarán mi persistencia?
El hueso, o lo que sea que no tiene vida, no desaparece, incluso si lo riegan con cal viva deja su traza. Incluso si lo tiran al fuego quedará en ceniza para ser esparcida en algún lugar. No desaparece.
Para que sea un hueso tiene que tener vida, dice la ciencia … pero la pregunta es si no es vida todo lo que es cuando ya no es hueso.