El hueso

Con su aspecto risueño el esqueleto posa con desenfado delante de nosotros. Sugiere que, por suerte algo "duro" en el seno de la vida psíquica perdura incluso cuando el cuerpo muere. Como la carne humana y animal se pudre bastante rápido tras la muerte, y deja atrás los huesos, estos son un recordatorio tangible de la pérdida de la vida, y al mismo tiempo aluden a algo fundamental que trasciende a la muerte de la carne corporal.

Mientras el judaísmo y el hinduismo tienden a evitar el simbolismo de los huesos porque a sus ojos todo lo relacionado con la muerte contamina, el cristianismo y el budismo adoptan esa imagen como la parte inmortal de la persona. Para ambos, esto se concreta en la creencia en el poder sanador y vivificante de determinados huesos. Así, las basílicas de San Pedro y de San Pablo Extramuros de Roma fueron construidas sobre los sagrados huesos de sus homónimos. En la India, las cenizas y los fragmentos de hueso que quedaron de la cremación de Buda fueron guardados y venerados como reliquias en unos túmulos funerarios llamados "etupas", que los peregrinos visitaban a fin de participar de la esencia del Despierto que permanecia en sus huesos. Asimismo, en la cultura africana de Gabón las honras fúnebres de un estimado antepasado incluían la exposición del cadáver hasta que solo quedaran los blancos huesos; luego se guardaba un puñado de fragmentos de estos en una choza especial, bajo la protección de una figurilla sagrada. En esta cultura se creía que los espíritus ancestrales que residían en los huesos podían ser consultados. Los huesos, que evocan la estructura arquetípica psíquica de la experiencia ancestral que sostiene la personalidad y trasciende del espacio y el tiempo. son también el lugar por donde debe comenzar la reanimación mítica de una persona muerta. En el Ártico, por ejemplo, como parte de los ritos de iniciación chamánicos, el aprendiz «muere» en un sueño, visión o trance y es descuartizado; luego raspan la carne de los huesos hasta limpiarlos. A continuación se reconstituye el esqueleto para que soporte una nueva encarnación, en este caso chamánica, que tiene la resistencia necesaria para mediar entre los reinos personal y transpersonal. Los pueblos cazadores polares también evitan romper los huesos de los animales a los que matan; en cambio, los entierran por orden anatómico, asegurándose así el perdón del animal su reconstitución en el mundo de los espíritus y su disposición a ser sacrificado de nuevo en futuras encarnaciones (EoR, 1:397). La imagen de la calavera y las tibias, que en realidad es un cráneo y dos fémures cruzados (el hueso más largo y más fuerte del cuerpo), y que ha dado en emplearse como advertencia en las botellas de veneno o era usado en las banderas de los barcos piratas. probablemente se originó como símbolo de vida eterna.

Las culturas clásicas identificaban la médula de los fémures, los fluidos del Cerebro, la columna vertebral y las rodillas, así como la materia pegajosa de las vísceras que hay junto a los huesos, con el rocío de la vida, la fuerza y la generación, algo análogo a la savia de las plantas, como en la pulpa o alrededor de las vaina., de las semillas (Onians, 255, 288). La palabra latina "os", "hueso", se refiere a no solo la sustancia del esqueleto, sino también de manera metafórica, a la parte más íntima de un, el alma, o la parte dura o a más interior de los árboles o los frutos, su semilla o hueso o "corazón" (lewis, 1282). Así, el hueso simbólico halla eco en el dicho de sentir algo en los huesos, que significa que uno lo siente con profunda autenticidad psicosomática, en el mismo núcleo. Tal vez sea esta la razón de que la famosa visión de Ezequiel del Valle de los huesos resecos que devuelve a la parezca relacionarlos con la édula de la esperanza semejante a rocío que puede reanimar lo que parecía vencido,

Lewis, Charlton Thomas y Charles Short: A Latin Dictionary - Oxford, 1993.
Onians, Richard Broxton: The origin of the European thought - Cambridge (Reino Unido) y Nueva York, 1988.
El Libro de los Símbolos (reflexiones sobre imágenes arquetípicas) - TASCHEN